La Mansion de los Villanos CAPITULO 1
N/A Bienvenidos a este fanfic de especial Halloween de 2023, aunque el motivo de esta historia sea la celebración de octubre seguiré mi calendario predeterminado de publicar dos veces al mes, por lo que esta historia del día de muertos se prolongará los meses necesarios para su publicación. Dicho esto espero que os guste mi historia y si es así, agradecería saberlo en los comentarios.Un rayo cruzó el cielo, iluminando la arquitectura oscura del castillo en las llanuras vacías del reino de Disney, estaba oscuro, las nubes tapaban la luna en el cielo, tampoco había estrellas, la única luz que podría verse a cierta distancia de aquel sombrío edificio era una ventana en la segunda planta de las siete que en total tenía la arquitectura, sin contar por supuesto, los dos sótanos subterráneos que se ocultaban bajo tierra. La luz que se veía estaba atravesando un arco ojival apuntado con un ventanal dividido en rombos, dentro de la estancia, la luz provenía de una chimenea de ladrillo oscuro, en conjunto con la piedra gris oscuro que constituía ese castillo en medio de la nada y que a varios kilómetros tenía una pequeña aldea, no, no pienses en el castillo de la bestia, no pertenece a ese cuento, aunque a algunos de sus habitantes se les pudiera clasificar como tal, este era un reino del que nunca se ha mostrado nada en aquellos clásicos que veíamos de pequeños, dentro de estos mundos se encontraban personajes de Disney, y en aquel castillo y ciudad, apartados de todos los demás, se encontraban los villanos. La mayoría vivían en aquella ciudad, principalmente los de bajo rango, aquellos villanos o secuaces que aunque inofensivos, con malas intenciones y que hacían de las suyas para ganar algo de dinero, traficar con objetos mágicos, robos... ese tipo de actividades típicas de rufianes y malvivientes como Juan y Gideon, de “Pinocho”; o Breer Fox de la ya olvidada “Canción de Sur”; en las casas de la periferia del castillo de la ciudad se alojaban villanos con bastante poder dentro de sus historias, aunque todavía de bajo rango por sus intenciones y víctimas principales; en ese sector se encontraban madrastras como Lady Tremaine, o villanos con objetivos menores como Madame Medusa o Cruella de Vil; casi a los pies del castillo de figura oscura, se encontraban villanos de grandes riquezas o poder mágico, como el rey Juan, de Robbin Hood, o Ratcliffe, de Pocahontas. Pero donde nuestra historia toma lugar, donde sus protagonistas viven, es en el propio castillo; dentro de él se encontraban los más terribles y conocidos villanos que Disney podría haber creado, aquellos que eran más recordados por los niños incluso ya de adultos y que en algunos casos seguían perturbándolos incluso ya en la madurez. En la habitación de la ventana antes mencionada, el fuego de la chimenea crepitaba lentamente, iluminando y calentando la estancia durante la fría noche con los ruidos de los truenos de una incipiente tormenta cerca del lugar, un par de sillones se encontraban sobre una alfombra morada de rebordes dorados frente a la chimenea, y en uno de esos asientos, un hombre de unos sesenta años, pelo canoso y recortado leía un libro tranquilamente; un sombrero triangular de franjas moradas y negras bordadas en loa laterales con hilos rojos y una cinta de seda en la parte posterior de la prenda descansaba sobre uno de los brazos de aquel mueble, el villano llevaba una toga negra, con rebordes morados en la falda y las mangas y unos anillos decoraban sus manos viejas y huesudas mientras continuaba su lectura de aquel libro de tapas negras con una cruz dorada en la portada, a estas alturas de la descripción, cualquier persona o personaje de aquellos mundos sabría de quién estamos hablando: el temido Ministro Claude Frollo, considerado por muchos, tanto héroes, princesas, o inclusive otros villanos, como el más sádico y cruel de todos ellos. Un ruido en la primera planta hizo que el hombre de pelo canoso levantara la vista de su biblia antes de mirar de reojo a la puerta entreabierta de la biblioteca, abertura por la cual entraba una brillante pero tenue luz de los candelabros de pared que se extendían por los pasillos de todo el lugar, el juez volvió a sumergirse en las páginas de aquel libro hasta que un tiempo después alguien entró en la biblioteca abriendo las enormes puertas de madera oscura y picaportes dorados, el juez decidió ignorar eso hasta el momento en la que la figura de uno de sus compañeros se acercó a la chimenea para calentarse, el juez desvió levemente la mirada para descubrir a su compañero, ese abrigo y sombrero rojos eran muy característicos, el capitán Garfio, estaba empapado de pies a cabeza, la pluma de su sombrero estaba caída por el ala del sombrero debido a la humedad, su abrigo no estaba en mejores condiciones, mojado por sus hombros y espalda principalmente. Garfio colocó el sombrero y el abrigo cerca de la chimenea, lo bastante cerca para que se calentaran, pero sin que el fuego dañara las ropas, se dio la vuelta y pegó un brinco hacia atrás cuando descubrió la oscura figura del ministro sentada en silencio. -Dios.- dijo apretando su única mano contra su pecho.- No te quedes ahí parado sin decir nada como una estatua, casi me da un infarto.- -¿tienes ojos, no? Fíjate mejor la próxima vez…- refutó el Ministro volviendo a su lectura. El capitán rodó los ojos en un gesto de exasperación antes de sentarse junto al fuego para calentarse. Hubo unos momentos de silencio antes de que Garfio volviese a hablar. -¿Hay alguien más en el castillo?- -No he visto a nadie, lo dudo.- La puerta de la biblioteca volvió a abrirse a espaldas de los dos hombres y una mujer de piel blanca y pelo castaño oscuro con ojos morados entró en la habitación, llevaba un vestido con falda azul cielo, un corsé azul marino y un colgante con una caracola alrededor del cuello. -Ah, bien, veo que no estoy sola en este castillo.- dijo cuando al girarse al frente vio a los dos hombres observándola con curiosidad. La mujer se acercó con pasos cortos hacia la chimenea, y se sentó al lado del capitán para calentarse con ayuda del fuego, sonrió al capitán y acercó sus manos levemente a las llamas anaranjadas. -¿alguna novedad?- preguntó con la intención de iniciar una conversación con alguno de los dos. Frollo solo emitió un suspiro de molestia, mirando con desaprobación a la bruja del mar envuelta en su disfraz humano. -¿quieres jugar al ajedrez?- dijo al capitán inclinando la cabeza a una de las mesas de la biblioteca. - Tengo la impresión de que será una noche aburrida.--Claro.- Cerca de ella había una estantería llena de libros, las dos baldas inferiores estaban sustituidas por las dos puertas de un armario donde ambos sabían que encontrarían varios juegos de mesa, rebuscó un poco y encontró lo que buscaba. Colocó el tablero y ambos jugadores posicionaron sus fichas, Garfio jugaba con las blancas, Úrsula con las negras, ella movió su caballo a F6 y empezaron la partida....
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